Hay monturas y monturas en el mundo de la hípica y de los deportes ecuestres. Algunas son realmente bonitas y se ven estupendas sobre el animal —además, claro está, de proporcionar comodidad y seguridad al jinete que monta en él—, otras sin embargo se ven muy dañadas, aunque no sean tan viejas. En este artículo queremos explicarte cómo limpiarlas para recuperar el brillo y el esplendor que tenían en el pasado y hacer que se vuelvan a ver como nuevas. Si quieres saber cómo limpiar una montura de caballo, sigue leyendo.
La montura de un caballo es lo que comúnmente denominamos como silla de montar. Este elemento se une a los lomos del animal para poder montar sobre él cómodamente y para reducir las molestias. En la actualidad podemos encontrarnos varios tipos de monturas para caballos, dependiendo del modelo que elijamos podremos sacarle más rendimiento o menos a nuestro compañero. En cualquier caso, hay algunos elementos que son compartidos en la mayoría de las sillas de montar, por ejemplo, estas suelen estar hechas de cuero debido a su resistencia, adaptación y comodidad.
Limpiar las monturas de los caballos es una tarea muy importante que debemos llevar a cabo de manera periódica. No solamente porque nos permite aumentar la longevidad o vida útil del objeto, también porque una montura limpia evitará infecciones en la piel del caballo o posibles enfermedades cutáneas. Para llevar a cabo una limpieza a fondo de la montura te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes pasos:
Como es obvio, es lo primero que debes hacer. No empieces hasta que tengas todo el material a tu disposición. Para ello, equípate con un cepillo de cerdas suave, un cubo de agua tibia, jaboncillo para el cuero, una esponja, un trapo o bayeta seca, un cepillo de dientes y un abrillantador o grasa para dar brillo al cuero. Con todos estos productos a tu disposición tendrás lo que necesitas para que la montura se vea como nueva una vez hayas finalizado.
Lo siguiente que debes hacer a la hora de responder a cómo limpiar una montura de caballo es limpiar la suciedad de la superficie. Para ello, debes cepillar la montura y quitarle el polvo más grueso o el barro, te recomendamos que uses un cepillo de cerdas suaves.
El siguiente paso es limpiar la montura con profundidad, para ello coge la esponja y el jabón para cuero y comienza a tallar realizando movimientos circulares, y de arriba abajo. Después, retira la suciedad junto con el jabón de la silla de montar a caballo. En este paso te recomendamos que hagas uso de un cepillo de dientes para poder llegar a los lugares más pequeños. Es importante que te tomes con calma este proceso para asegurarte de eliminar por completo toda la suciedad de la montura. Además, si fuera necesario tendrás que cambiar el agua en varias ocasiones, sobre todo si hacía mucho tiempo que no limpiabas la montura.
El siguiente paso es esperar hasta que la montura se seque. Para evitar que guarde humedad utiliza una bayeta seca y retira los restos de agua que puedan haberse acumulado sobre la montura. Es muy importante que la dejes secar al aire libre ya que si esta guarda la humedad puede dañarse —sobre todo, en la temporada de invierno o en los climas muy fríos—. Así mismo, es aconsejable que la acerques al radiador o a los aparatos de calefacción que puedas tener para facilitar su secado en invierno. Nunca la guardes si esta no se ha secado por completo.
Una vez que la montura se haya secado tendrás que pasar a hidratarla. Este paso es muy importante para recuperar el cuero dañado y para hacer que la montura se vea como nueva. En este caso lo que debes usar es un abrillantador. Existen muchos productos diferentes que sirven para nutrir la piel y dar brillo al cuero, te recomendamos que elijas uno especial para monturas de caballo. Recuerda que la aplicación se debe realizar por las dos caras, es decir, tanto por la parte externa como por la parte interna. El tiempo que tendrás que esperar para que la piel absorba el producto es de 24 a 48 horas. En las instrucciones del producto puedes encontrar el tiempo exacto que tendrás que esperar. ¡Ojo! Es importante que hagas caso a las indicaciones y que no te adelantes, ya que en caso contrario la grasa no habrá sido absorbida correctamente y corres el riesgo de mancharte.
Por último, pero no menos importante, tendrás que guardar la montura. Para almacenar la silla de montar correctamente nuestra recomendación es que la coloques en un lugar donde no le dé el sol directamente, ya que ello puede provocar la aparición de grietas. Tampoco debes guardarla en un lugar húmedo. La temperatura máxima recomendada es de 20ºC. Así mismo, asegúrate de colocarla sobre un portasillas del tamaño adecuado de la montura.
Ya hemos visto cómo limpiar una montura de caballo en profundidad. Ahora nos falta saber cada cuánto tiempo debemos hacerlo. Pues bien, respondiendo a esta cuestión, lo ideal es que la montura se limpie siempre después de haber sido utilizada, aunque no sea una limpieza en profundidad —únicamente para quitar el polvo acumulado y para eliminar el sudor del caballo—. Por otro lado, la limpieza en profundidad debe realizarse al menos una vez al mes. Ello debe incluir tanto el cuero, como las almohadillas, los hierros y demás elementos de la silla de montar. Además, una vez al mes debes asegurarte también de hidratar la montura. Por supuesto, el periodo puede variar dependiendo del uso.