Los caballos son animales que presentan una gran sensibilidad a los estímulos, sobre todo, cuando se trata de la zona de la cabeza. A pesar de las grandes dimensiones del animal, en la mente y corazón puede sentir muchas cosas, como amor, tristeza, soledad, confianza y miedo. Los ruidos, por ejemplo, ponen extremadamente nerviosos a estos animales, al igual que los movimientos bruscos. Para poder domar a los caballos y llevar las riendas es importante incorporar un elemento esencial en la cabeza del animal, es lo que se conoce como la cabezada. A continuación, te explicamos en qué consiste este arnés, cuáles son las partes de una cabezada de un caballo y qué tipos podemos encontrar. ¡Vamos a ello!

Qué es la cabezada de un caballo

La cabezada es un tipo de arnés que se coloca en la cabeza del caballo. Este funciona como medio para controlar los movimientos del animal, dándole las señales que necesita a través de las riendas. Sin lugar a dudas, es una parte muy importante para poder controlar al animal e indicarle por dónde debe ir, por ende, debe ser colocada correctamente y elegir un producto de calidad que no le resulte molesto y pueda alterarlo. Generalmente, esta está hecha de cuero, aunque también la podemos encontrar de seda.

Partes de la cabezada de un caballo y para qué sirven

La cabezada de un caballo se compone de varias partes que pueden ajustarse mejorando la fijación a la anatomía del caballo y su comodidad. Estas son las siguientes:

Testera

Es la tira que rodea la cabeza del caballo por la zona de detrás de las orejas (se queda colocada en la parte de arriba). La testera debe reposar sobre la nuca del caballo y los montantes (o ganchos) deben abrocharse a ambos lados de la testera, a la misma altura y justo por encima de los ojos.

Frontalera

La frontalera es otra de las partes de la cabezada de un caballo que, como su nombre indica, se queda en la zona de la frente del animal. Esta debe estar lo suficientemente baja para evitar que le roce las orejas, además —una vez que haya sido abrochada— debe haber holgura suficiente para poder pasar los dedos entre ella cómodamente. Si la frontera se queda muy larga se desplazará hacia atrás y si queda muy justa es posible que presione las orejas del animal (incluso puede pellizcarle o causarle rozaduras).

Muserola

Otra de las partes de la cabezada de un caballo es la muserola, o lo que comúnmente se conoce como el freno. Esta cinta rodea la cabeza del caballo por encima de la nariz. Al igual que con la frontalera, tras su ajuste es importante que puedan pasar dos dedos entre ella y la quijada del animal. Lo más conveniente es que quede a una altura de 2,5 cm por debajo del hueso del carrillo.

Ahogadero

El ahogadero es la cinta que se coloca por debajo de la mandíbula del caballo rodeando el cuello del animal. Este sujeta la cabezada y evita que se salga. A la hora de colocarlo es importante que quede el espacio suficiente como para pasar la mano entre él y la quijada. ¡Ojo! Si el ahogadero queda muy apretado dificultará la respiración del caballo en el momento de bajar la cabeza o de reclinar el cuello.

Carrilleras

Las carrilleras son las tiras que caen por los laterales de la cara del caballo. Van desde la testera hasta la boca y sujetan la muserola en caso de que la cabezada cuente con ella. Con ellas puedes modificar la posición de la embocadura, para ello puedes acortarlas o alargarlas.

Cierrabocas

Por último, nos encontramos con el cierrabocas. Este elemento de la cabezada del caballo rodea la boca del animal para que no pueda abrirla y solo es necesaria en algunos especímenes.

Riendas

A todo ello habría que sumarle las riendas que, aunque van conectadas a la cabecera, son independientes. Estas son tiras largas que unen la muserola (o freno) con las manos del jinete. Con ellas, como indicábamos más arriba, el jinete puede darle las señales para que el caballo siga una dirección u otra, se detenga o comience a moverse.

Tipos de cabezadas para caballos

Hay muchos modelos de cabezadas, dependiendo de las características del animal que la necesite. Es por esa razón por la cual no todos ellos cuentan con cada una de las partes de la cabezada de un caballo que hemos explicado en este artículo. Uno de los elementos que suele suprimirse con mayor frecuencia en muchos de estos modelos son las cintas cierrabocas. Estas solo son necesarias en los casos de caballos agresivos o nerviosos. Ahora bien, independientemente de las variaciones que podemos encontrarnos entre un modelo y otro merece la pena destacar tres tipos de cabezadas diferentes. En este apartado te explicamos cuáles son y sus características:

  • Cabezada de brida: La cabezada de brida es un tipo de arnés o correaje hecho de cuero o seda que ciñe y abraza la cabeza del caballo. Este se emplea para sostener el bocado, así como las dos riendas. En ella el ahogadero y la muserola están cogidos por detrás con dos anillas.
  • Cabezada de pesebre: Esta cabezada se utiliza de manera exclusiva para atar al animal en el pesebre o establo.
  • Cabezada potrera: Es la cabezada que se utiliza para atar a los potros. La misma está fabricada de cáñamo y sus dimensiones son más reducidas.

Al hablar de tipos de cabezadas también podemos encontrar otras clasificaciones, como es el caso de las cabezadas simples o las cabezadas dobles, pero también las cabezadas de montar —o de filete—, las de cuadra y las de presentación. Algunas cabezadas, por otro lado, pueden contar con embocadura o no. Las más comunes son las cabezadas de brida. Por supuesto, a la hora de colocarlas influye mucho si el caballo es tranquilo o nervioso —aunque eso ya lo veremos más adelante puesto que se presta para otro artículo—.

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